La Inseminación Artificial es una de las técnicas usadas por la Medicina Reproductiva cuando existe un problema de fertilidad y que consiste en la colocación de una muestra de semen, previamente preparada en el laboratorio, en el interior del útero de la mujer con el fin de incrementar el potencial de los espermatozoides y las posibilidades de fecundación del óvulo. De esta manera, se acorta la distancia que separa al espermatozoide del óvulo y facilitamos el encuentro entre ambos, aumentando las posibilidades de conseguir el tan deseado embarazo. A diferencia de la Fecundación in vitro, no es necesario la extracción previa de los óvulos de la mujer.
La Fecundación In Vitro (FIV) es la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio-in vitro-, con el fin de obtener embriones ya fecundados para transferir al útero materno y que evolucionen hasta conseguir un embarazo.
La Fecundación In Vitro (FIV) es la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio-in vitro-, con el fin de obtener embriones ya fecundados para transferir al útero materno y que evolucionen hasta conseguir un embarazo.
La fecundación de los óvulos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional o Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI). Es la técnica de Reproducción Asistida más utilizada en las clínicas de Medicina Reproductiva pero será el ginecólogo el que determine, tras un estudio previo sobre las posibles casusas de la infertilidad, cuál es la más adecuada para cada caso.
La ovodonación permite dar la oportunidad a mujeres que no pueden tener hijos de gestar un embrión por sí mismas, fruto de los óvulos de una donante y los espermatozoides de la pareja receptora, en caso de tenerla, teniendo la opción de recurrir al banco de semen en caso contrario.
La ovodonación es un tratamiento de Reproducción Asistida que ofrece la oportunidad de tener un hijo a pacientes que no pueden gestar un embrión por sí mismas. En una ovodonación, se realiza una FIV (Fecundación in vitro) con la peculiaridad que los óvulos son de una donante y los espermatozoides son de la pareja receptora. También puede existir el caso, si se trata de mujeres que afrontan la maternidad en solitario, que el esperma también sea de donante.
Así, la donación de óvulos hace posible el milagro de la vida en mujeres que de otra manera no podrían tener hijos.
La donación de óvulos fue autorizada por la legislación española en el año 1988 (Ley 35/1988,22 de Noviembre) Desde ese momento, la donación está regulada y establece que la donante tiene que cumplir una serie de requisitos para donar óvulos:
Historial genético acorde a los requisitos de la legislación vigente.
Normalidad del aparato reproductor.
Evaluación ginecológica completa.
Evaluación psicológica completa.
Las mujeres se someten a una evaluación clínica y psicológica completa que nos ofrece una valiosa información respecto a su fertilidad, su estado de salud y su potencial para ser madres. Se les realiza una exploración ginecológica completa que permite descartar la presencia de quistes, miomas, pólipos y otras alteraciones del aparato reproductor. Además, se le realiza un estudio cromosómico que descarta futuras anomalías en bebés propios o en las receptoras de ovocitos. Se confirma la ausencia de enfermedades transmisibles como el VIH, la hepatitis, sífilis y también el grupo sanguíneo y Rh.
Según la Ley de técnicas de reproducción asistida, toda donación de óvulos es anónima y voluntaria, no se revela la identidad de donantes ni de las receptoras. No obstante, se puede facilitar aquella información de interés para un correcto seguimiento de la gestación, como el grupo sanguíneo y la edad de la donante.